La británica Isabel II, reina más longeva del mundo, quien falleció el jueves, ha dejado un legado sangriento marcado por la muerte de cientos de miles de personas.

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La reina Isabel II falleció a la edad de 96 años en su residencia de Balmoral (Escocia), en cuestión de horas después de que el Palacio de Buckingham anunciara que la monarca estaba bajo supervisión médica.

En un artículo publicado este viernes, la agencia iraní de noticias FARS echa un vistazo a algunos de los hechos históricos que marcaron el legado “sangriento” de la vida y el reinado de Isabel II.

El golpe de Estado en Irán en 1953

“En el Reino Unido, se afirma que la monarquía es una institución ceremonial y que el rey o la reina no están involucrados en asuntos políticos. Sin embargo, dos meses después de la coronación de la reina”, un golpe de Estado […] derrocó al Gobierno del entonces premier iraní Mohamad Mosadeq (1951-1953), hace notar el texto, mientras destaca que “las evidencias históricas muestran el papel directo del servicio secreto británico en este golpe”.

Pese a que, durante años, el Reino Unido ha hecho todo lo posible para ocultar su vinculación con el golpe de Estado en Irán, documentos ‘supersecretos’ revelan la primera confirmación del papel británico en los hechos y cómo el país europeo manipuló a EE.UU. para derrocar al Gobierno de Mosadeq.

La crisis de Suez

En 1956, el entonces presidente egipcio Gamal Abdel Naser anunció la nacionalización del canal de Suez. El mismo año, se produjo una contienda militar sobre el territorio egipcio, que implicó a la alianza militar formada por el Reino Unido —que contaba con el permiso de Isabel II—, Francia y el régimen de Israel en contra de Egipto. La guerra causó la muerte de miles de personas.

En 1839, el Reino Unido tomó el control de Adén, en el sur del actual Yemen, y en 1937 esta ciudad se convirtió en una colonia de la corona.

En 1962, el Gobierno británico anunció que se mantendría una guarnición permanente en Adén. Sin embargo, en 1967, los británicos se vieron obligados a retirarse de la colonia.

Documentos históricos revelan que los soldados británicos ejercieron terribles torturas contra los yemeníes capturados durante los años de ocupación.

La separación de Baréin de Irán

Para proteger sus intereses e implementar sus políticas coloniales, el Reino Unido concluyó acuerdos con los jeques árabes en las costas del sur del Golfo Pérsico, oficialmente y prácticamente (pero no legalmente) separó en 1971 a Baréin de Irán y lo colocó bajo el dominio árabe de esa región, el jeque Isa Al Jalifa.

El derribo del vuelo 655 de Iran Air

El vuelo 655 de Iran Air, un Airbus A300, con 290 personas a bordo, entre ellos 66 niños y 53 mujeres, fue derribado en 1988 por un misil disparado desde el crucero estadounidense USS Vincennes, mientras que sobrevolaba el Golfo Pérsico y cubría la ruta entre Teherán y Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

Más de tres décadas después de este siniestro, archivos desclasificados precisan que el Reino Unido manifestó su respaldo a la medida estadounidense, e incluso ayudó a Washington a encubrir los hechos relacionados con el trágico incidente.

La guerra de las Malvinas

En 1982, Argentina y el Reino Unido se enfrentaron en un conflicto bélico por el control de las islas Malvinas (como se las conoce en Argentina) o Falklands (como les llama el Reino Unido), ubicadas a unos 600 kilómetros de Argentina.

Finalmente, en 1833, el Reino Unido expulsó al gobernador argentino y la guarnición, tomando por la fuerza el control de las islas hasta la actualidad. El conflicto dejó un gran número de muertos en ambas filas.

La guerra del Golfo Pérsico

En 1991, una coalición internacional, integrada por 34 naciones y liderada por los Estados Unidos, que incluyó al Reino Unido, lanzó una guerra, denominada la ‘Operación Tormenta del Desierto’ contra Irak, después de que este país invadiera Kuwait en 1990.

Los informes apuntan a que esa guerra provocó la muerte de 30 000 militares iraquíes, que contrastó con los menos de 500 hombres perdidos en las filas de la coalición.

Asimismo, en diciembre de 1988, Washington y Londres lanzaron una campaña de bombarderos, denominada ‘Operación Zorro del Desierto’ en Irak, por la existencia de “armas de destrucción masiva” en este país.

La guerra de Afganistán

Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, EE.UU. creó una coalición, de la que también hacía parte su aliado el Reino Unido, para atacar Afganistán, so pretexto de luchar contra Al-Qaeda y Talibán. El conflicto terminó en 2021 y causó la muerte de unas 243 000 personas, sin poder materializar sus objetivos proclamados, pues los talibanes volvieron a tomar el poder.

Investigaciones han sacado a la luz la actuación criminal de los militares británicos durante su despliegue en el territorio afgano.

La guerra de Irak

Dos años después de la invasión de Afganistán, y pese a no contar con el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Estados Unidos encabezó una coalición internacional para invadir Irak el 20 de marzo de 2003. La guerra tuvo el respaldo del entonces primer ministro británico Tony Blair.

Muchos consideran esta intervención militar como el preludio de las divisiones étnicas y religiosas en Irak y la formación de grupos terroristas como Daesh. En esa guerra mortal, murieron medio millón de personas entre los años 2003-2011.

Los grupos pro derechos humanos denuncian la involucración de las fuerzas británicas y estadounidenses en los crímenes contra los civiles iraquíes.

La crisis de Siria

Desde el estallido de los disturbios en Siria en 2011 y con la intensificación de la crisis en este país, los países occidentales, en particular EE.UU., el Reino Unido y Francia, y sus aliados árabes pusieron en la agenda los intentos destinados al derrocamiento del Gobierno de Bashar al-Asad.

El exembajador británico en Damasco entre 2003 y 2006 Peter Ford dijo en su día que la política del Reino Unido sobre Siria fue un error desde el principio, señalando que el entonces primer ministro del país David Cameron debería abstenerse de “alentar a la oposición a montar una campaña condenada al fracaso que solo ha provocado la muerte de cientos de miles de civiles”.

Las revelaciones indican que el Reino Unido ha gastado al menos 350 millones de libras esterlinas en la promoción de las fuerzas y los proyectos de la oposición en las áreas controladas por los llamados ‘rebeldes’ en Siria.

El apoyo financiero y armamentista a la agresión saudí contra Yemen
Desde el inicio de los ataques aéreos de la coalición saudí contra Yemen en marzo de 2015, Londres ha venido suministrando varios tipos de respaldos armamentístico, logístico, y de inteligencia a los agresores.

En un informe publicado en septiembre de 2019, un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó al régimen saudí y sus aliados de masacrar a la población civil y consideró a EE.UU., el Reino Unido y Francia como los principales cómplices de crímenes de guerra cometidos en Yemen por sus apoyos militares a Arabia Saudí.

Fuente: Hispan TV

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